Las compañías constantemente deben buscar mejores formas para comunicarse con su público objetivo si existe la intención de amplificar el espectro de clientes potenciales y que, eventualmente, esto se traduzca en ventas de su producto o servicio.
Para alcanzar los objetivos de venta, las empresas se apoyan de la publicidad en cualquiera de sus formatos, pues esto permite que los mensajes lleguen a mayor número de personas. No obstante, esto ha provocado dos cosas: una saturación de mensajes y molestia por parte de quienes están expuestos a ellos.
Aunque en la actualidad podemos suscribirnos a un buen número de aplicaciones que filtran el contenido y disfrutar de éste sin anuncios, debemos ser honestos: en nuestro intento por esquivar la publicidad la mayoría de las veces “fallamos”. Un estudio publicado por Nielsen revela que hasta 2017, el 86% del tiempo destinado al consumo de contenidos es a través de medios con anuncios ¿Esto qué significa? Que los anuncios no han muerto.
Las compañías han echado mano de todo lo que se encuentra a su alcance. Aprovechan cada espacio para poder colarse a la atención de sus clientes, específicamente en formatos digitales; ya que estos permiten tener presencia en buscadores, redes sociales, aplicaciones, etc.
El gran reto de las compañías en la actualidad, no sólo es traducir la exposición de su marca en mejores ingresos sino en mostrar mayor responsabilidad y compromiso con su público objetivo, con la finalidad de no perder su fidelidad. Si bien, los anuncios no han muerto y difícilmente lo harán, hay que hacer de ellos algo más atractivo y no sólo esperar a que eventos de la magnitud del La Copa Mundial de Fútbol, por ejemplo, dicten la pauta para ser creativos.
A continuación, te presento tres piezas que han llamado mi atención ¿Tienes alguna favorita?
