La edad no debe ser una limitante para ver tus programas favoritos, y menos si son dibujos animados.
Durante 28 años, una familia similar a cualquiera en América, ha entretenido a varias generaciones con su día a día, lo cual se acerca a una broma infinita. Y es que, es a partir de Los Simpson, que la animación para adultos cobró relevancia.
Durante 2017, las series de televisión han sido un tema recurrente en este espacio, y no es para menos; ya que la oferta aumentó de forma considerable, en todos los formatos y para todos los públicos. En esta ocasión, analizaremos la oferta para adultos que existe en el terreno de la animación.

Además de Los Simpson, han surgido programas como Family Guy, South Park y una larga lista de shows del mismo estilo. Este año particularmente las conversaciones estuvieron centradas en Rick and Morty y Big Mouth. La primera se transmite por sistemas de cable y la segunda es idea original de Netflix. ¿Qué tiene en común? El lenguaje y sus temáticas. Las historias distan una de la otra. Sin embargo, han logrado captar toda la atención del público gracias a que a través de lenguaje cómico y, en ocasiones soez, se expresan de situaciones profundas como el sentido de la vida. Y no es lo único, también apelan a situaciones nostálgicas, elemento emocional que el público adulto aprecia.

A través de las aventuras de un abuelo y su nieto, que bien pueden replicar el arquetipo de Doc Brown y Marty McFly (Back to the Future) Rick and Morty le muestra al espectador la posibilidad de realidades alternas e infinidad de universos. Por otra parte, Big Mouth relata lo difícil que es ser adolescente y todos los sentimientos que se pueden albergar a esta edad. El éxito de ambas historias radica en las emociones que logran transmitir. Y es en este punto en donde se encuentra el área a intervenir por cualquier realizador. Actualmente, despertar emociones está trayendo mejores resultados a los programas, que, si bien con anterioridad ya se hacía, la fórmula se desgastó.

La recomendación en esta ocasión sería, explorar nuevos nichos de oportunidad y atreverse a entregar productos diferentes, historias con las cuales puedan identificarse, con personajes sinceros, que inviten a las personas a explorar los límites del entendimiento y generar en ellos cuestionamientos como “¿Por qué no?”; ¿Por qué no, darle la oportunidad a este nuevo programa? Sin importar si es a través de dibujos animados o de un formato convencional.

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