miércoles, mayo 25, 2016

Un mundo interconectado gracias al Internet de las cosas

Jonathan Blum

Hoy en día, al recorrer los retails de las grandes ciudades, vemos gran cantidad de electrodomésticos con gadgets inimaginables. Un ejemplo de ello son las neveras.  Al analizarlas en detalle, el consumidor encuentra funcionalidades que tal vez le ahorren esfuerzo y tiempo en su cotidianidad.

Un ejemplo de ello, es el valor agregado que genera al usuario, al  monitorear la cantidad  de los alimentos que hay en su interior,  la verificación de su fecha de caducidad, y hasta ordenar una compra por teléfono para reabastecerse. ¿Utópico? Tal vez, sí.  Esto ocurre gracias a la aplicación del concepto Internet de las cosas (Internet of things).

Muchos no conocen  a profundidad su significado.  Sin embargo, éste se sintetiza de la siguiente forma: el Internet de las cosas es un sistema que interconecta  dispositivos informáticos, máquinas digitales y mecánicas, objetos, animales o personas con identificaciones únicas y con la habilidad de transferir data a través de la red, sin necesidad de intervención humana.

Suena simple, pero ¿cuál es el origen de esta tendencia tecnológica?

La idea de “El Internet de las cosas” surgió en el año 1999, en el Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT);  donde por años han venido investigando el sistema de identificación por radiofrecuencia en red (RFID, sus siglas en inglés). Dicho sistema conecta objetos, permitiendo el intercambio de datos y tecnología mediante sensores. Una red que interconecta objetos a través de la Internet, ofreciendo información en tiempo real. Increíble pero cierto.

¡Un dato contundente!: según un estudio de la firma de investigación Gartner, se calcula que para el 2020 existan 50.000 millones de dispositivos conectados y que haya alrededor de siete dispositivos por persona,  ofreciendo servicios y aplicaciones inteligentes.

El sondeo predijo también que 6.400 millones de dispositivos ‘conectados’ estarán en uso este año y en 2014, la firma explicó, que una casa de familia podría contener más de 500 dispositivos inteligentes para el año 2022.

La industria de las telecomunicaciones y el Internet de las cosas

La aplicación del Internet de las Cosas es tangible al comparar las funcionalidades incorporadas en  los productos que ofrecen   grandes actores de la industria como LG, Samsung, Google TV Mediaroom de Microsoft y Panasonic.

Al respecto, encontré un estudio muy  ilustrativo que realizó Murad Yusufov de la Universidad Estatal  de Yaroslavl, titulado Roles of Smart TV in Internet of Things, el cual analiza cinco factores que deben cumplir diferentes dispositivos para propiciar la interacción y sean enmarcados en la definición de  Internet de las Cosas:

Almacenamiento de información: los televisores  permiten acceso a   su data  desde otros dispositivos.

Fuentes de visualización: el dispositivo debe estar en capacidad de mostrar la data visualmente.

Puntos de interacción: el aparato interactúa con la interfaz del usuario.

Procesadores de data: clasificación de data proveniente de otros dispositivos.

Fuentes de la data: provee varios tipos de data. Por ejemplo: video, audio, temperatura.

A continuación,  les presento los resultados de esta investigación en el siguiente recuadro:

IOT Jonathan Blum

Esta clase de tests permite que en futuro cercano todos los aparatos que estén al interior y fuera de nuestros hogares nos resuelvan la vida.  Por lo tanto, en algunos años,  al prender tu televisor, éste sugerirá programas relacionados con tus búsquedas realizadas  en Google, la nevera indicará el lugar donde se pueda conseguir tu marca preferida de cerveza, o tu auto te sugiera un aditivo de motor acorde a tu estilo de manejo.

La innovación y la tecnología jamás duermen.