miércoles, febrero 24, 2016

La revolución de WhatsApp

Jonathan Blum

En algún momento de la mediatización y la digitalización que avanzan a pasos agigantados en el siglo XXI, apareció la aplicación de mensajería instantánea WhatsApp. Este servicio de comunicación cambió el concepto de inmediatez para transmitir cualquier tipo de información a los demás en tiempo real.

El carácter innovador de este canal de comunicación llamó la atención de Mark Zuckerberg, CEO de Facebook, quien se fijó en el potencial de WhatsApp y desembolsó sin reparos  U$1.000 millones en 2014, con el fin de fortalecer su holding de empresas de comunicación y competir mano a mano con Twitter por la supremacía y los usuarios de Internet.

Con la adición de WhatsApp por parte de Zuckerberg a su portafolio comunicacional, se robustecieron y preservaron las prestaciones Business To Consumer (B2C):

  • El incremento de audiencia a 1000 millones de usuarios.
  • La eliminación del modelo de suscripción a los usuarios. Por lo tanto, cualquiera lo puede descargar en su móvil sin pagar un solo centavo.
  • La puesta en valor del respeto de la privacidad del usuario como pilar de su gestión empresarial.
  • La implementación de la plataforma WhatsApp Web en Google Chrome, con el fin de que el usuario opere la aplicación desde su computadora. Lo que le otorga un plus adicional: el carácter multiplataforma.
  • La no inclusión de publicidad en la aplicación.

Hasta los grandes medios de comunicación internacionales valoran a WhatsApp como herramienta de trabajo para tener contacto directo y rápido con sus audiencias, al realizar coberturas en tiempo real de hechos de interés que trascienden a nivel internacional. La BBC utilizó el servicio para reportar el minuto a minuto de la cobertura de elecciones parlamentarias en India y la difusión de información durante la crisis del ébola.

En la misma vía, la web Propublica invita a todos los lectores a recibir actualizaciones e incidencias sobre sus reportajes de investigación a través de la afiliación a este canal.

La conservación de esas prestaciones plus y la autonomía corporativa que WhatsApp tiene respecto a Facebook hacen posible que la revolución comunicativa, la transparencia y la ruptura de fronteras geográficas continúen  a través de nuestros teléfonos inteligentes, y, ahora en  nuestros demás dispositivos.