Los servicios de streaming se han vuelto sumamente populares como una alternativa a la televisión vía satélite. Sin embargo, hasta hace algún tiempo estos sólo estaban disponibles para dispositivos móviles (celulares o tabletas) y para computadoras.
Pensando en ello, compañías como Apple, Google o Samsung, crearon las cajas de streaming, diseñadas para las personas que cuentan con servicios como Netflix o Hulu, pero no tienen una Smart TV o los convertidores adecuados para poder transmitir desde su dispositivo móvil a la televisión.
Una de las mayores ventajas que tienen, además de ser amigables con el usuario, es que son accesibles a todos los bolsillos. Su precio oscila entre los 35 y los 500 dólares, siendo estas últimas de un precio más elevado las contenidas dentro de consolas para videojuegos como Play Station y X-Box 360.
En mi opinión, este tipo de gadgets son una excelente opción: lo único que se necesita para disfrutarlos es contar con una entrada HDMI, que ya viene incluida en prácticamente todos los televisores, además de existir opciones que se acomodan a las preferencias de sistema operativo de todos los usuarios.